EL ESCRITOR DE BRÚJULA Y MAPA, ¿CÚAL ERES TÚ?
¿Has oído hablar de los escritores de brújula y los escritores de mapa?
En este artículo explicaremos en que consiste cada uno.
El escritor de mapa
El escritor de mapa es aquel que, antes de empezar a escribir, dibuja un mapa del sendero por el que caminará. Sin ese mapa, este tipo de escritor corre el riesgo de perderse, así que invierte tiempo y trabajo en trazar el que será su itinerario.
Lo cierto es que tiene lógica, porque, si perteneces a este tipo de escritor, sabes que vas a pasar los próximos meses (tal vez incluso años) viajando a través de una historia. Por lo tanto es normal querer contar con ciertas seguridades.
Este tipo de escritor se aplica a configurar un plano que le guie en el momento de ponerse a escribir. En él consigna el punto de partida (donde empieza su historia) y el de llegada (el desenlace). Toma nota sobre las cumbres y valles que la tensión esculpirá en su historia. Señala los desvíos (puntos de giro) y anota en cuántas jornadas (capítulos) dividirá el viaje.
Este mapa será más o menos detallado en función del propio escritor. Los muy detallistas, a quienes les gusta tener todo bien atado, dibujarán mapas prolijos con todo tipo de especificaciones.
Mientras que los escritores con más tablas pueden preferir crear un simple plano esquemático con unas sencillas orientaciones. Estos escritores confían en su experiencia para resolver las dificultades que se encuentren en el camino.
El escritor de brújula
Por su parte el escritor de brújula es un escritor que no necesita tanta seguridad para escribir una novela.
Tiene una idea y, brújula en mano, se lanza a la aventura. Él cartografía sobre la marcha, trazando su mapa a medida que escribe.
En principio, el escritor de brújula debería ser un escritor experimentado. Su veteranía le otorga la pericia suficiente para moverse con soltura por el territorio de la trama, sin caer en lagunas argumentales y escalando sin cuerda los picos de tensión.
Sin embargo, muchos escritores noveles se declaran escritores de brújula.
Armados con la idea de un argumento, parten camino adelante, sin saber muy bien a dónde les conducirá su viaje.
Estos escritores piensan que si se detienen a dibujar un mapa su idea perderá frescura, su creatividad se verá encorsetada y perderán su libertad de autores. Nada más lejos de la realidad. La paradoja de la creatividad nos dice que imponer ciertas pautas hace que nuestro cerebro acepte el reto de ceñirse a ellas de la manera más original posible. Y aceptar retos es la mejor manera de innovar y abandonar nuestra zona de confort.
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